domingo, 4 de enero de 2015

La música de cámara en el clasicismo

Llamamos así a la música compuesta para un reducido grupo de instrumentos. Relegada hasta entonces a los salones de la aristocracia, la música de cámara comenzará poco a poco a difundirse en pequeñas salas de concierto y en casas particulares. Esto viene provocado por el acceso de la burguesía a la práctica instrumental y a los conocimientos musicales. Con frecuencia los compositores recibían encargos para ser interpretados por aficionados.

Las obras de cámara podían ser para un instrumento solista (como el piano o la guitarra), para un trío (por ejemplo un violín, un piano o un violonchelo),…; pero sin duda las agrupaciones de cámara que se convirtieron en favoritas fueron el cuarteto de cuerda (dos violines, viola y violonchelo) y el quinteto (que sumaba a esos instrumentos del cuarteto un instrumento de viento).

Los grupos más comunes de música de cámara en el clasicismo eran:

  • Cuarteto de cuerda (2 violines, viola y violonchelo) con cuatro movimientos y forma de sonata en el primero.
  • Trío de cuerdas, el Quinteto de cuerdas, y el Trío, Cuarteto y Quinteto con piano.


Además el Divertimento y Serenata: música de carácter ligero y de entretenimiento también usan la forma sonata clásica Presentan entre tres y ocho (la disposición preferida es de cinco movimientos). Los divertimentos se hallan frecuentemente en estilo de cámara, mientras que las Serenatas por lo general exigen una pequeña orquesta.

Un buen ejemplo de música de cámara del clasicismo es el quinteto para cuarteto de cuerdas y clarinete k581 de W. A. Mozart: 



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